Bienvenid@s a la novena Luna, La Luna de la Cosecha
OSO PARDO
Ursus arctos, òs bru, hartz arrea, brown bear
El oso pardo, también
llamado «pardo canela» es idéntico al oso negro; algunas hembras pueden tener
una cría marrón y una negra en la misma camada.
Acostumbra a medir de
120 a 150 cm de largo, de 60 a 90 cm de hombro a hombro y pesa de 90 a 180 kg.
Varían en color desde el rubio hasta todas las tonalidades de marrón y negro. Los negros, comúnmente,
tienen el hocico blanco o marrón claro.
Fabrican su madriguera
en agujeros o cuevas, bajo árboles caídos, en edificios deshabitados o tras
cascadas de agua. Las hembras tienen tendencia a alfombrar la madriguera con
hojas o hierva. Generalmente son criaturas cuidadosas y tranquilas.
Son omnívoros y comen cualquier cosa al alcance de sus
patas: hierba, semillas, plantas, vegetales, nueces, pescado, ardillas,
ardillas listadas, topos, carroña, e incluso basura; aunque su comida favorita
son la miel y las bayas.
Sus únicos enemigos son
los humanos y los incendios forestales.
Los osos son animales
curiosos, tal vez más que cualquier animal, a excepción del mapache. Viven una
vida lenta, premeditada y feliz, y se toman el tiempo para mirar y aprender de
las cosas que hay a su alrededor. Solamente están ocupados en otoño, cuando
tienen que comer profusamente para sostenerse durante su largo sueño invernal.
La hibernación del oso
no es completa. A veces pueden despertar y salir, frecuentemente están sólo
medio dormidos. Es durante la última parte de la hibernación, de noviembre a
marzo, cuando las hembras alumbran a sus cachorros.
Las osas suelen alumbrar
a dos cachorros que pesan, aproximadamente, 230 g; son peludos y tan indefensos
como una cría de ratón. Tardan siete años en madurar.
Las osas madres son
cariñosas con sus cachorros, pero literalmente los azotan en las nalgas si no
obedecen. Los osos machos no intervienen en la cría de los oseznos.
Los osos hacen muchas de
las cosas que hacen los humanos: mantenerse de pie sobre dos piernas y andar
una distancia corta, trepar a un árbol, sacar miel de un panal de manera
experta y arponear peces utilizando las uñas.
En la mayoría de las
leyendas del mundo animal, se reconoce al oso como el jefe del concilio de los
animales, por su imparcialidad, su fuerza y su coraje.