El otoño se implanta suavemente con su regalo de castañas y boniatos, con sus colores ocres, naranjas y marrones...
GORDOLOBO
Verbascum thapsus, Herba blenera, Apo-belar, Mullein
El gordolobo tiene largas hojas de terciopelo, ligeramente verdosas, que crecen
en una columna desde un robusto, erecto y lanoso tallo. Las hojas son basales y
se estrechan en la base en forma de alas.
La planta puede crecer de 1,5 m a
casi 2 m de altura y está rematada con una columna central espigada donde
crecen sus pequeñas flores, frecuentemente de color amarillo, rojo, púrpura o
rojo con un tono marrón.
Las hojas de gordolobo pueden ser preparadas como una infusión que calma las
membranas mucosas, alivia problemas de vejiga, riñón e hígado; ayuda en estados
de nerviosismo y es un astringente general. El gordolobo es, en principio,
considerado un remedio para problemas pulmonares y cardíacos, pero, por su
acción calmante sobre estos órganos, también alivia problemas de riñón y vejiga
y tonifica el sistema nervioso.
Tópicamente, la infusión se usa para tratar hemorroides, úlceras, tumores, hinchazón de garganta y músculos sensibles. En tiempos antiguos se le atribuían propiedades antibióticas.
En muchas zonas, los Nativos americanos fumaban
hojas de gordolobo en vez de tabaco. Cuando se fuma, esta hierba ayuda a
aliviar la congestión pulmonar y sus enfermedades resultantes, como el asma y
la bronquitis. Las hojas también se quemaban como un incienso para aliviar
estos trastornos.
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