lunes, 23 de octubre de 2017

TÓTEM ANIMAL SERPIENTE

Querid@s,

Bienvenidos a la undécima Luma, La Luna que Congela

SERPIENTE
Serpentes, serp, sugea, snake

La serpiente o víbora, miembro de la familia vertebrada, es un reptil sin miembros, con mandíbulas expandibles, dientes finos e inclinados hacia lo más profundo de la boca, sin aperturas de orejas ni parpados móviles.


Su espalda contiene, a veces, hasta trescientas vertebras. Las costillas están ligeramente ligadas a la vertebra para permitir a la serpiente enroscarse. También tiene una larga hilera de duras escamas ventrales llamadas escudos, cada una de las cuales solapa a la posterior, con su borde libre apuntando hacia atrás. Extendiendo hacia adelante cada escudo mientras presiona hacia atrás, la serpiente es capaz de deslizarse.


La lengua bífida de la serpiente es un órgano muy delicado en el cual residen los sentidos del gusto y del olfato; tienen un excelente sentido del olfato y, generalmente, también de la vista, excepto en el periodo en que mudan la piel.


Las serpientes mudan su piel aproximadamente tres veces al año. La sujetan a algo que esté al nivel de su mentón y se deslizan desprendiéndose de la piel antigua. Es en esa época de muda que la serpiente de cascabel añade un nuevo cascabel a su cola.


Existen cerca de dos mil quinientas especies de serpientes; un buen historial para un animal que ha existido desde el periodo Cretácico, cuando los dinosaurios estaban a punto de extinguirse.

Son carnívoras y comen mayoritariamente animales pequeños, como ratas y ranas, también insectos, como moscas y mosquitos. Digieren lentamente y pueden permanecer inactivas durante una semana después de comer. Sus comidas pueden exceder la mitad de su propio peso.


Las serpientes son muy adaptables a su entorno. Son exquisitamente sensibles al tacto y a las vibraciones. Cambian sus coloraciones para armonizar con la tierra que las rodea. En invierno hibernan.

A pesar de su reputación de sangre fría, el cortejo de las serpientes es un asunto muy fogoso. La hembra segrega un particular perfume almizclado para atraer al macho; éste se aproxima a ella lentamente y, con su nariz, recorre, frotando, todo el cuerpo de la hembra. Cuando ésta responde, se entrelazan en ligeros bucles, uno sobre otro, y finalmente copulan, enlazando tan estrechamente sus cuerpos que son casi indistinguibles.


Las hembras son tanto vivíparas como ovíparas. La mayoría de las jóvenes serpientes nace durante los calurosos meses de verano. Muchas jamás tienen contacto con sus padres.




La mayoría de las serpientes, incluso las de variedades venenosas, evitan el contacto con los humanos y sólo atacan en defensa propia.