La Rueda Medicinal: Astrología de la Tierra, Sun Bear y Wabun: GENTE AL SERVICIO DE LA MADRE TIERRA. La Luna del Sol Poderoso

Hemos elegido a la Pájaro Carpintero Polly Higgins, como representante de La Luna del Sol Poderoso.

“Puedo elegir entre proteger la tierra o dejar que sea destruida”, dice Polly Higgins, abogada internacional y experta internacional en causas a favor de la protección de la Naturaleza. Trabaja incansablemente para que una legislación internacional nos proteja de los ecocidios de todo tipo y ponga entre rejas a aquellos que atentan contra la salud de la Tierra y de todos sus moradores. Mission Life Force es la campaña que la abogada ha puesto en marcha para crear la Ley Contra el Ecocidio.

Polly Higgins nació el 4 de julio de 1968 y salió de su cuerpo físico el 21 de abril de 2019, a las 17:05 GMT, a la edad de 50 años.

En un momento de pleno éxito profesional, con una carrera muy lucrativa por delante, decidí dejarlo porque pensé, “La Tierra necesita un buen abogado”. Hasta ahora lleva más de 8 años con el enfoque “erradicando ecocidios”.

Ecocidio es un daño extensivo: la destrucción de un territorio conlleva la pérdida de ecosistemas. La palabra en sí se conoce desde 1968 pero ella está intentando dar una definición legal a ecocidio como crimen, se trata de criminalizar tal destrucción. La mayor causa de ecocidio es de origen humano. Hay una correlación directa entre ecocidio climático y ecocidio corporativo, en que la peligrosa actividad industrial está exacerbando al ecocidio climático. La Ley del Ecocidio criminaliza esa actividad: los individuos con cargos de responsabilidad, por ejemplo los directores corporativos, los ministros o los jefes de Estado, que son quienes autorizan y gestionan tales actividades peligrosas que dan lugar a graves daños, serán los responsables ante la Ley.

Va a suponer que los estados estarán obligados por ley a enjuiciar a los responsables. Si sus decisiones han supuesto una destrucción masiva o daño grave (un ecocidio) se les considerará a ellos como los perpetradores. Tendrán que ser juzgados en uns corte criminal igual que un caso de asesinato, robo o cualquier otro crimen. En los tribunales criminales. Esto es muy importante. No se trata de litigación civil, no será la comunidad negativamente impactada la que tenga que buscar la justicia para protegerse. En la ley criminal es el Estado el que tiene el deber legal de actuar en nombre de la comunidad o el individuo afectado por el ecocidio.

La Ley existente no trata los ecocidios. En el mejor de los casos una industria responsable de un ecocidio paga una multa, ya previamente calculada en su cuenta de resultados, y, una vez liquidada, la empresa continúa sus actividades destructivas como antes. La Ley Criminal contra los Ecocidios prohíbe los ecocidios y mete al culpable en la cárcel. En la actualidad el director de empresa tiene como premisa fundamental de su gestión la obligación de percibir ganancias para los accionistas. La Ley contra los Ecocidios pone esta prioridad patas arriba para que la primera obligación sea la de asegurar el cuidado del entorno medioambiental implicado. El planeta y las personas primero, mientras las ganancias quedarán en segundo lugar.

Para que el ecocidio sea contemplado como crimen internacional se requiere una enmienda al Estatuto de Roma. Este es el documento por el que se rige La Corte Criminal Internacional. Actualmente recoge cuatro crímenes contra la paz: genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y crimen de agresión. Hay que añadir el quinto crimen, el ecocidio.

El ecocidio existió en borradores anteriores del Estatuto de Roma como un crimen independiente.

En 1996, todos los aspectos de los delitos sobre el ecocidio y el medio ambiente se eliminaron del Proyecto de Código de Delitos Contra la Paz y la Seguridad de la Humanidad (que posteriormente pasó a llamarse Estatuto de Roma). En 1996, también se eliminó el Artículo 19, "Crímenes de Estado Internacionales", del proyecto de Artículos sobre la Responsabilidad de los Estados por Hechos Internacionalmente Ilícitos.

En 2010, Polly Higgins presentó una propuesta legal, totalmente desarrollada, de Ley de Ecocidio ante la Comisión de Derecho de las Naciones Unidas.

Hay 124 estados nacionales firmantes, y cualquiera de ellos lo puede proponer. Una vez que haya dos terceras partes de acuerdo (86 firmantes) la ley quedará aprobada y la enmienda entra automáticamente en el Estatuto de Roma. No hay veto, los estados ricos y poderosos no lo pueden parar. El mayor trabajo de Polly actualmente es coordinar un equipo internacional de abogados con el fin de reunir no sólo un estado nacional sino una agrupación de estados, que llevarán la Ley Contra el Ecocidio, a su debido tiempo, ante la ONU.

Mission Life Force permite que tod@s nos involucremos en la creación de La Ley Criminal Internacional. No tiene precedente. La sociedad civil que se preocupa profundamente por la Tierra puede reunir los recursos para establecer esa ley. Los países más afectados por ecocidio climático son pequeños estados insulares en desarrollo. Estos pequeños estados no disponen de recursos económicos para desplazarse al otro lado del mundo para estar presentes y utilizar sus votos y sus voces para proponer la ley ante la ONU. Pero tod@s nosotr@s podemos ayudarles. Esto no se ha hecho jamás. No importa en qué lugar del mundo residas, puedes registrarte como Protector de la Tierra en ley. Eso va más allá de una petición. El Fondo de Protectores de la Tierra es un documento legal que nos permite donar fondos exclusivamente para conseguir que la Ley Contra el Ecocidio sea una realidad. Ahora tod@s podemos contribuir a que sea una obligación legal proteger la Tierra.

Polly es autora de 3 libros, el primero, Eradicating Ecocide, en 2011 ganó el People´s Book Prize, un concurso literario destinado a encontrar, apoyar y promover obras nuevas y no descubiertas, decididas exclusivamente por el público.